Tan pronto como pudieran caminar, las niñas seguirían a la emperatriz Celestia a todas partes mientras continuaba cumpliendo con sus deberes reales. Por mucho que lo intentara, nada podría evitar que la siguieran de una manera similar a los patitos bebés. Se aferraban a un poco de su cola y ella los sentía luchando por mantenerse al día a través de pequeños tirones. Entonces disminuía la velocidad y los sentía chocar ocasionalmente contra sus piernas. Una vez que podían hablar, decían en voz alta algunas de las cosas que veían y se enteraban de las cosas que nunca antes habían visto.
Iría por la ciudad, trayendo a dos niñas pequeñas con ella mientras sonreía y saludaba, presentando con orgullo a las gemelas y hablando interminablemente sobre ellos de una manera maternal típica para cualquier pony que escuchara.
“¡Oh, ella salió flotando de mi abrazo el otro día! Habla de estar avergonzado, ¿eh?
“¡Miré por todas partes! ¡Ella estuvo en el candelabro todo el tiempo! “
“¡Pensé que todo el castillo se incendiaría!”
Como resultado, tener potrillas pequeñas acompañándolos y disfrutando cada momento hizo de Celestia una mejor líder a los ojos de sus súbditos. Era extraño, ya que esperaba que la vieran como una madre inadecuada. Los plebeyos colocaron a la Emperatriz en un pedestal tan alto, se dio cuenta. No querían nada más que ver a sus hijas y estaban dispuestos a dejar de lado incluso sus defectos más aparentes.
Fueron celebradas.

sooooo cute!!!!

They’re so fluffy! Look at how fluffy they are! Look at that exorbitant amount of fluff!