La casa estaba mucho peor que la anterior, polvo de varios centímetros, ratas, mugre, cristales rotos, goteras… tampoco estaba en una buena zona y no sabíamos nada del anterior dueño, pero nos gustaba, podíamos estar juntos y tranquilos.
 
Había mucho trabajo por delante e iba a costar, tal vez varios días pero cuando uno piensa en cómo va a quedar se le dibuja una sonrisa en la cara, con una limpieza a fondo y unos apaños iba a ser una buena casa, teníamos ganas de asentarnos aquí. Por suerte aún tenía muchos muebles, vajilla, electrodomésticos, colchones y productos de limpieza por lo que pudimos empezar con algo, poco a poco esto se irá volviendo nuestro hogar.
 
Entonces algo pasó entre mis patas y me quedé petrificado del miedo.
 
-¿¡Qué era eso?!  
-Una rata quizás.
 
Eso era, una rata enorme, peluda y por encima también tenía polvo. Cogimos un par de escobas que ya había ahí y empezamos a limpiar el suelo. Oía unos estornudos que provenían de Pudding. Al parecer es alérgica al polvo, y vaya lugar hemos encontrado para vivir. Pero algo es algo, si estaríamos tranquilos y nadie nos molestaría, es todo lo que necesitamos.