El Gobierno confía en sus socios del Congreso para el plan antiaranceles tras la brecha abierta con el PP

Las expectativas de idilio no llegaron a concretarse ni siquiera en un flirteo. El espejismo del entendimiento entre el Gobierno y la oposición a cuenta de la respuesta de España a la guerra comercial de Estados Unidos se quebró la tarde del martes y la grieta quedó expuesta este miércoles en el Congreso, con acusaciones cruzadas entre el PP y el PSOE. Aunque se muestran convencidos de que los populares no votarán en contra, creen en el Ejecutivo que los de Feijóo viven obsesionados con medir cualquier paso que pueda ser utilizado por Vox para acusarles de alinearse con Pedro Sánchez. El Gobierno confía, en cualquier caso, en tener apoyos suficientes para sacar adelante el plan de ayudas. Mientras, en el PP la orden por el momento es parar las negociaciones ante la “desconfianza” generada por lo que consideran “mentiras” de Carlos Cuerpo. Aunque, como explicó este miércoles Juan Bravo en conversación con los periodistas, será Feijóo, de viaje en Bruselas, quien decida: “Habrá que hablar con el jefe”.
Tras varios días de contactos y de reconocimiento mutuo a la “mano tendida” y al tono de las conversaciones entre el ministro de Economía y el vicesecretario económico de Génova, el PP disparó durante la sesión de control al Gobierno con acusaciones de todo tipo. “Están aprovechando la crisis arancelaria para beneficiar a Junts”, le dijo Cuca Gamarra a María Jesús Montero, a quien amenazó con rechazar el plan de ayudas. “Cuando tienen que elegir entre España y sus socios, siempre eligen a sus socios. Si lo vuelven a hacer, no contarán con nosotros”, dijo la dirigente popular.
Desde la bancada del Gobierno, Montero preguntó abiertamente a los diputados del PP si de verdad estaban dispuestos a votar en contra de las ayudas a los sectores productivos afectados por la guerra arancelaria de Trump. No obtuvo respuesta. Pero en privado, el Gobierno trasladó a la prensa su convencimiento de que, en realidad, lo de los populares solo se trata de estrategia política. “En ningún momento el PP ha puesto como condición que no podamos hablar con otros grupos y no es verdad que hayamos pactado porcentajes con ninguna autonomía. Esto va de que ellos tienen dificultad para explicar estar en un bloque en el que esté Junts porque creen que le puede perjudicar en su disputa con Vox. Están pensando más en Vox que en las medidas. Hacen cálculo político electoral y se olvidan de lo que necesita el país”, apunta un alto cargo del Ejecutivo.
Durante su comparecencia en el Congreso, el ministro Cuerpo rebatió a su interlocutor del PP, Juan Bravo, que existieran razones reales que sostengan el volantazo dado por los de Feijóo. Y lo hizo con algunos detalles de la negociación del decreto. “Me acusa de engañarle, pero entre la versión del decreto que yo le mandé el lunes por la noche y la que se aprobó en el Consejo de Ministros están los siguientes cambios: se cambia la palabra 'discrecionalidad' por 'arbitrariedad', se añade el 2024 como año base para el cálculo de las importaciones, se pone un punto y seguido donde habían dos puntos y se quita la palabra 'de' en la exposición de motivos. ¿Sirve esto para justificar que se quieran salir del acuerdo, señor Bravo?”, le preguntó el ministro.
Esta vez, sin embargo, no existen temores entre las filas socialistas sobre el futuro del decreto que contiene las medidas. Se muestran confiados los de Pedro Sánchez en tener apalabrado y comprometido el apoyo de la mayoría de la Cámara a un texto que ha incorporado algunas modificaciones solicitadas con los grupos, incluido Junts. En el caso de Podemos, en una postura de clara oposición al Ejecutivo, en la Moncloa aseguran que las conversaciones están en marcha y que son optimistas, aunque reconocen no tenerlo cerrado.
“La desconfianza” del PP
En el PP, Feijóo ha dado la orden de parar las negociaciones con el Gobierno. Desde Bruselas, el líder de la oposición avisó este miércoles al Ejecutivo de que, hoy por hoy, no tienen intención de apoyar el real decreto-ley con el primer paquete de medidas para ayudar a las empresas a paliar los efectos que puedan tener los aranceles en sus exportaciones y cuentas de resultados.
“Hoy no estamos más cerca de apoyarlo”, dijo Feijóo. El PP ha congelado así las negociaciones con la excusa del acuerdo cerrado por el Gobierno con Junts para explicitar en el texto del decreto que se tendrá en cuenta el “equilibrio territorial” en el reparto de las ayudas. El texto publicado en el BOE añade que se hará “sobre la base del porcentaje de las exportaciones de bienes con destino a Estados Unidos de las empresas de cada comunidad autónoma respecto al total de España en 2024 con particular atención a aquellas comunidades que tengan una mayor exposición”.
En el PP aseguran que Cuerpo “mintió” al responsable económico del PP, Juan Bravo, cuando este martes el diputado de Junts Josep María Cruset anunció el acuerdo con el Ejecutivo y lo cuantificó: un 25% del total de las ayudas irán a Catalunya. La afirmación de Cruset no ha sido replicada por el Gobierno, donde aseguran que no quieren entrar en una guerra de cifras, y tampoco se recoge textualmente en el decreto.
Pero, según explicó el propio Bravo a los periodistas en el Congreso este miércoles tras la comparecencia de Cuerpo, el ministro le negó personalmente que lo anunciado por Cruset fuera verdad. El PP se desayunó el miércoles con el texto del decreto publicado en el BOE. Un texto diferente al borrador que, dicen, Economía les trasladó.
En el PP no están seguros de cómo, o no lo quieren explicitar, pero sostienen que la mención a 2024 y a los “territorios” abre la puerta a que el Gobierno reparta las ayudas en función de dónde estén las empresas, sin tener en cuenta la exposición real a los aranceles. Pese a que, según datos oficiales, Catalunya es la sede de las empresas que más exportan a EEUU, en el PP creen que puede haber compañías más afectadas aunque su volumen sea menor porque sus ventas son en mayor porcentaje con destino al país que dirige Donald Trump.
Bravo preguntó este miércoles a Cuerpo desde la tribuna del Congreso en su respuesta a la comparecencia del ministro si mentía él o mentía Cruset, sin obtener respuesta. En conversación con los periodistas, Bravo reclamó este miércoles que el ministro le responda. “No me ha dicho la verdad. Nos ha engañado”, sostuvo. “Hemos confiado y…”, dejó los puntos suspensivos en el aire.
“Que lo digan delante de Junts”, apuntan desde la dirección del PP, convencidos todavía de que pueden romper la mayoría de la investidura que garantizaría la aprobación del decreto si presionan a Cuerpo para desmentir a Cruset, algo que de momento no han logrado.
“No está escrito quién los reparte”, señalan desde el PP sobre los fondos. “No sabemos las condiciones” de los préstamos, añaden, para justificar sus dudas.
¿Congela entonces el PP las negociaciones? La respuesta no es determinante. “Alguna explicación tiene que dar alguien”, sostienen. Pero al final, la decisión será de Feijóo: “Habrá que hablar con el jefe”. Y no se tomará solo en función del contenido del decreto. Desde el PP insisten: “Olvídate del siguiente paso, primero tenemos que saber quién dice la verdad”.
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