Soñamos con sobrepasar la frontera de los 100 años, con 'vencer' al envejecimiento y tener una vida larga... ¡larguísima! Y, contemplando las estadísticas, no cabe duda de que caminamos con paso firme hacia una longevidad sin precedentes. La pregunta es: ¿estamos preparados para afrontar todo lo que puede conllevar ese desafío? "Celebrar que estamos aquí es maravilloso, pero lo ideal sería que pudiéramos rebasar los 100 años sin tener que estar postrados en una cama. Esa es la reflexión que propongo que 'Salud infinita', una guía en la que recopilo las claves para alcanzar una longevidad plena que nos permita vivir con plenitud, independencia y dignidad hasta el final de nuestros días", explica la farmacéutica Inmaculada Vicente María.
Dividido en tres módulos -autocuidado, salud y belleza desde la salud-, el libro ahonda en el proceso de envejecimiento, analizando las causas naturales que lo provocan y los factores que lo aceleran y que dependen, directamente, de nuestro estilo de vida. Vicente María apunta que "mientras envejecimiento es imparable, su curso puede ser moldeado" a través de "unos hábitos saludables que nos ayuden a minimizar su impacto". Estos son, según la farmacéutica, los siete pilares que nos ayudarán a "abrazar un envejecimiento saludable y activo":
1. Alimentación equilibrada y rica en antioxidantes.
2. Ejercicio regular adaptado a nuestras capacidades.
3. Hidratación adecuada y descanso reparador.
4. Evitar el tabaco y el alcohol.
5. Proteger la piel del sol y usar cremas con protección solar.
6. Cultivar actividades emocionalmente satisfactorias.
7. Mantener conexiones sociales y familiares significativas.
El autocuidado de la salud es, según Vicente María, "la base fundamental sobre la cual edificamos nuestra salud y calidad de vida futura". Porque, aunque "la genética es clave, pero lo que nos convierte en verdaderos artífices de nuestro destino es el estilo de vida (la epigenética)".
DIETA
Más allá de esas recomendaciones más que sabidas de adoptar una dieta mediterránea en la que los alimentos procesados brillen por su ausencia o de consejos sobre cómo cocinar sano y rico, Inmaculada Vicente aboga por poner en práctica un hábito que, en estos tiempos de prisas y de comer mirando el móvil sin darnos cuenta de lo que nos llevamos a la boca, nos viene de perlas: incorporar el 'mindful eating' a nuestra vida. Estas son las formas para cultivarlo:
1. Hidratación previa: beber agua antes de comer disminuye la ansiedad y aumenta la sensación de saciedad.
2. Presentación visual: cuida la presentación de tus platos para estimular tus sentidos y aumentar la satisfacción.
3. Comer sin distracciones: come sentado y sin distracciones para concentrarte en el acto de comer y detectar la saciedad.
4. Masticación consciente: mastica bien los alimentos para detectar las señales de saciedad de manera eficaz.
5. Escuchar el estómago: reconoce el nivel de llenado del estómago en el que te sientes cómodo y satisfecho.
6. Explorar la relación con la comida: si tienes problemas con la comida, busca ayuda profesional para abordar cualquier trastorno alimentario.
7. Autoconocimiento a través de la meditación: practica la meditación para afinar tu conexión con tu cuerpo y emociones.
INFLAMACIÓN
Dentro de esta completa guía en la que se abordan aspectos tan del día a día como el estreñimiento, la importancia de una buena higiene o el asombroso poder sanador de un sueño de calidad, Inmaculada Vicente María dedica un capítulo a un asunto del que, hasta hace nada, apenas se hablaba y que hoy es centraliza gran parte de la conversación vinculada a la salud y el bienestar: la inflamación silenciosa.
"Todos los trastornos comparten cuatro factores desestabilizadores que perturban el equilibrio orgánico: inflamación, oxidación, acidificación y mala gestión del estrés", asegura la autora.
Respuesta natural o protectora de nuestro sistema inmune ante lesiones o infecciones, cuando la inflamación se sale de control y se vuelve crónica puede transformarse en "un enemigo silencioso que socava la salud desde dentro".
En este asunto, la dieta también juega un papel clave. Esta especialista recoge la lista de alimentos que deberíamos evitar para combatirla, según Frank Hu, experto en nutrición de Harvard: carbohidratos refinados (pan blanco, arroz, pasteles); grasas trans; azúcares refinados; aditivos y conservantes; carnes rojas; productos procesados cárnicos; margarinas; manteca de cerdo; bebidas azucaradas, etc.. Y también los que Hu aconseja ingerir para adoptar una dieta antiinflamatoria: aceite de oliva, tomates, verduras de hojas verdes, frutos secos (almendras, nueces...), pescados grasos (salmón , caballa, atún...) y frutas (fresas, arándanos, naranjas o cerezas).
Pero más allá de lo que comemos, hay otro aspecto que 'alimenta' la inflamación: el estrés. Porque, tal y como apunta Vicente María, "inflamación y cortisol -la hormona producida por las glándulas suprarrenales en respuesta al estrés- están estrechamente vinculados".
Cuidarnos. Comer mejor, descansar más, querer y que nos quieran, movernos... No cabe duda de que el plan que nos propone Inmaculada Vicente María para gozar de esa salud infinita con la que, más allá de la longevidad, todos soñamos no puede resultar más atractivo. ¿Lo ponemos en práctica?