ANDALUCÍA
Política

El PSOE andaluz, a la espera de un dedazo de Ferraz que evite llegar al congreso dividido

El reto de la ejecutiva de Espadas al sector crítico: "El que tenga un proyecto mejor, que dé un paso adelante"

Juan Espadas, durante el Congreso Federal celebrado el pasado fin de semana en Sevilla.
Juan Espadas, durante el Congreso Federal celebrado el pasado fin de semana en Sevilla.JOAQUÍN CORCHEROEUROPA PRESS
Actualizado

Juan Espadas no está dispuesto a dar un paso al lado, como le reclaman desde algunos sectores de su partido, críticos con la gestión del actual secretario general del PSOE andaluz. Ni siquiera porque Pedro Sánchez le negara el pasado fin de semana el aval que le hubiera ungido como candidato oficialista a la reelección. Quienes siguen fieles al actual líder andaluz saben ya que éste no cuenta con el aliento de Pedro Sánchez, pero aspiran ahora a que la dirección federal del partido se mantenga imparcial en el proceso de renovación. Una neutralidad real por parte de Ferraz permitiría unas primarias puras y la confrontación efectiva de perfiles y proyectos. "Id reservando asientos y comprando palomitas", escribió este domingo el propio Juan Espadas en un mensaje enviado a los miembros de su ejecutiva, como si supiera ya que el choque está garantizado.

Pero, dados los antecedentes, es poco probable que esa neutralidad se vaya a producir. El propio Espadas le ganó las primarias a Susana Díaz en junio de 2021 gracias a que Ferraz puso todo su empeño en ello. Díaz ha recordado en las últimas semanas cómo el que fuera secretario de Organización, José Luis Ábalos, desembarcó en las vísperas en Andalucía para hablar personalmente con muchos militantes y dirigentes para convencerles de que debían apoyar a Juan Espadas. La operación para desalojar a Juan Lobato y colocar a Óscar López al frente del PSOE de Madrid es el ejemplo más reciente de cómo se generan los liderazgos de arriba a abajo.

Aun así, desde el entorno de Espadas se mantiene el espejismo de que la decisión última no la tomará la ejecutiva federal sino los militantes. La secretaria de Relaciones Institucionales y Relaciones con las Organizaciones Sociales del PSOE-A, Irene García, retaba este lunes a los críticos a poner las cartas sobre la mesa: "El que tenga un proyecto mejor, que dé un paso adelante".

Desde el sector crítico, el goteo de manifestaciones en favor de una renovación de liderazgo es incesante pero sigue sin haber un perfil que ponga nombre, cara y carisma a ese movimiento. Por un lado, encontrar el mirlo blanco que sea capaz de reactivar al PSOE andaluz y recuperar la confianza perdida de su electorado no es fácil. Y, por otro, nadie quiere dar un paso en falso. Si Ferraz hiciera algún movimiento en favor de un candidato diferente a Juan Espadas, probablemente se desactivarían todos los frentes internos. O sea, los críticos están dispuestos a dar la batalla sólo si no se promueve un cambio desde arriba. Si hay dedazo es muy probable que todo ese movimiento de confrontación interna se diluya. Porque, como se ha demostrado en el Congreso del pasado fin de semana, la revuelta interna en el PSOE andaluz no va contra Pedro Sánchez sino contra Espadas, que no ha sabido sanar las heridas del postsusanismo ni reconstruir un partido en el que se sientan integradas y representadas todas las familias y sensibilidades.

En cuanto a los posibles candidatos alternativos del gusto de Ferraz, cobra fuerza el nombre de Juan Francisco Serrano, adjunto a la secretaría de Organización del PSOE y ex alcalde de Bedmar y Garzíez (Jaén), pese a que es un gran desconocido en Andalucía y a que tendría que construir su liderazgo desde cero. Su nombramiento supondría un relevo generacional pero carece de escaño en el Parlamento andaluz. Liderar la oposición desde fuera de las instituciones es siempre un inconveniente.

Sobre la actual secretaria general y vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, se insiste en que es ella la que se ha autodescartado en varias ocasiones. La defensa categórica ("pongo la mano en el fuego") que ha hecho de su jefe de gabinete, Carlos Moreno, y del secretario de Organización, Santos Cerdán, señalados ante el juez Ismael Moreno por el empresario Víctor de Aldama, atan de alguna manera su futuro político al devenir de esta causa por corrupción.

Si no se produce la designación del sucesor de Juan Espadas desde Ferraz de forma más o menos explícita, entonces sí habrá con toda probabilidad un candidato alternativo. O candidata, porque se busca una persona que se distancie de lo que ya se habría demostrado que no funciona para generar entusiasmo y empezar a comerle el espacio de centro al PP. "Juan Espadas se parece demasiado a Juanma Moreno", apunta a este respecto un militante sumado al movimiento por el cambio.

Irene García, encargada este lunes de recordar que, con o sin aval, Espadas sigue en la carrera por la reelección, apelaba a Pedro Sánchez como "el gran valedor" de dar voz a la militancia. "Juan Espadas tiene un proyecto" para Andalucía y es un dirigente que ha logrado "acorralar política y judicialmente" a Juanma Moreno, afirmó en alusión a la investigación abierta por los contratos sanitarios de emergencia. "Ha sabido conectar con la ciudadanía" y "construir una clara alternativa", insistió.

El proceso, en cualquier caso, está abierto y culminará con la celebración del Congreso Regional los días 22 y 23 de febrero de 2025.