Miguel Ángel Revilla dice que si Juan Carlos I no fuera rey emérito "estaría como Le Pen o Sarkozy"

Con un estilo casi tan campechano como el de Juan Carlos I, Miguel Ángel Revilla ha respondido este miércoles sin morderse la lengua a la demanda por derecho al honor interpuesta contra él por el rey emérito, quien le reclama 50.000 euros por unas supuestas injurias. 

Revilla ha afirmado que no se arrepiente de sus declaraciones sobre Juan Carlos. "No me arrepiento, reconozco que mi último libro es duro, pero creo que se lo merece", ha afirmado el expresidente cántabro. Tanto es así, que Revilla incluso ha lamentado que el que fuera rey de España sea un "apátrida fiscal" y ha remarcado que "hay algo más patriótico que llevar banderas o mecheros de España, que es pagar impuestos".

El expresidente de Cantabria ha añadido que ve "injusto e, incluso, mezquino" lo que ha hecho Juan Carlos I, sobre todo teniendo en cuenta que al rey emérito "no se le puede hacer nada" por su inviolabilidad. 

De hecho, Revilla mostró su "rabia" por el hecho de que "un inviolable denuncie a un ciudadano de a pie". 

En ese sentido, Revilla ha afirmado que Juan Carlos I ha cometido "más de cinco delitos" y "si no fuese por el artículo 5 de la Constitución, estaría como Le Pen o Sarkozy, con un aparato para conocer dónde está".

El líder del Partido Regionalista de Cantabria también se ha preguntado por qué el emérito le denuncia a él y estimó que seguramente es porque Juan Carlos I "quiere atajar otras y dar un escarmiento". "¿Por qué no se ha querellado contra Bárbara Rey, que ha dicho cosas terribles, o contra Corinna?", se ha preguntado durante una rueda de prensa en la sede del Partido Regionalista de Cantabria (PRC). 

A guisa de colofón, el expresidente de Cantabria ha apuntado que hasta ahora "tenía una veneración" por el rey emérito y que incluso cuando se conocieron "nos caímos bien". Sin embargo, ahora Revilla muestra su tristeza por esta situación. "Se me ha caído un mito", ha dicho.

Por último, Revilla ha subrayado que es una "persona limpia pero por conciencia y convicción". "Por eso tengo la autoridad moral de denunciar todo lo que me parece mal", ha concluido el político cántabro.