Explora las más populares ciudades de Moldavia donde descubrirás arte, monumentos y mosaicos

La República de Moldavia es una antigua república soviética, ya que se unió a la URSS en 1940 hasta que en 1991 declaró su independencia. Anteriormente, era parte de Rumania, de ahí su mezcla cultural entre la rumana y rusa, evidente en su arquitectura, gastronomía e incluso mentalidad.

Chisináu, la capital y la ciudad más grande de Moldavia, además de ser el principal centro comercial e industrial del país. Aquí se encuentran las principales instituciones educativas del país. Además, es importante tener en cuenta que se trata de la ciudad con mayor proporción de espacios verdes entre las mayores ciudades del continente.

Tiráspol, que en realidad es la capital de la autoproclamada República de Transnistria. Ubicada a orillas del río Dniéster, tiene varias industrias ligeras como la elaboración de muebles y aparatos eléctricos. Entre sus principales monumentos se encuentran la estatua de Alexander Suvorov, la estatua de Vladimir Lenin y la Catedral de la Natividad.

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Bălți, que está considerada como la segunda ciudad más grande por tamaño e importancia económica. Denominada como la capital del norte, es un importante centro industrial, cultural y comercial. El centro histórico de Bălți es el lugar perfecto para comenzar tu visita. Aquí encontrarás hermosas calles empedradas, edificios históricos y encantadoras plazas. La Catedral de San Constantino y Elena, un impresionante edificio religioso que data del siglo XIX.

El Museo de Historia y Etnografía de Bălți para aprender más sobre la rica historia de la ciudad. El Parque Pushkin cuenta con extensos jardines, lagos y senderos para disfrutar de un agradable paseo al aire libre. Además, podrás admirar la estatua de Alexander Pushkin, uno de los poetas más famosos de Rusia, quien visitó Bălți en el siglo XIX. Se encuentra a orillas del río Răut, un afluente del Dniéster.

Bender, la cuarta ciudad más poblada de Moldavia. También conocida como Tighina, está situada en la orilla derecha del río Dniéster. Por otro lado, es importante tener en cuenta que está controlada por la región separatista de Transnistria. Aquí se encuentra la famosa catedral de la Transfiguración del siglo XX y la fortaleza de Bender, entre otros monumentos.

La quinta ciudad más poblada de Moldavia es Rîbnița, que también se encuentra en la región de Transnistria. La ciudad cuenta con altos edificios y un popular parque cerca de un embalse. Además, alberga importantes monumentos históricos y arquitectónicos.

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Cahul, que se encuentra en el suroeste del país. Debido a su localización, ha sido escenario de batallas de diferentes ejércitos. Eso sí, la ciudad también es conocida por sus spas termales y por su música folclórica. Museo de Historia de Cahul. Este fascinante museo alberga una amplia colección de artefactos y exhibiciones que te transportarán a través de los siglos y te ayudarán a comprender la rica historia de la región. El Parque Central el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Con hermosos jardines, estanques y senderos sombreados. Fortaleza de Cahules un impresionante sitio histórico que data del siglo XVIII. Esta fortaleza bien conservada ofrece una visión fascinante de la arquitectura militar de la época y ofrece vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores.

Ungheni, que se encuentra en la región Central, a orillas del río Prut, en la frontera con Rumanía. Uno de los lugares más destacables de la ciudad es el llamado puente del ferrocarril, que fue rediseñado y reconstruido por Gustave Eiffel. La ciudad cuenta con una gran cantidad de monumentos históricos, como la Torre del Reloj, la iglesia de San Jorge y el palacio de Cultura. Además, la ciudad es conocida por sus festivales culturales, como el Festival del Vino y el Festival de la Rosa. La ciudad está rodeada de hermosos paisajes.

Soroca, que está considerada como la octava ciudad más poblada del país. Es conocida por su fortaleza, que está muy bien conservada, a pesar de haber sido erigida en 1499.

Orhei, que se encuentra al norte de la capital. De este lugar destaca el monasterio, que está excavado en el interior de la roca del monte, al pie de un afluente del río Nistru. Dubăsari, que está emplazada junto a la orilla izquierda del río Dniéster. Orhei. También cuenta con un museo al aire libre, donde los visitantes pueden aprender sobre la historia y la cultura de la región. Aquí se pueden encontrar casas tradicionales moldavas, molinos de viento y otros edificios históricos que muestran la forma de vida de antaño. Es una experiencia única para sumergirse en la historia y la tradición de Moldavia.

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