La oposición pro-europea le acusa de ser un furibundo ultraderechista

Georgia: El nombramiento como presidente de Kavelashvili, ex futbolista del Manchester City, profundiza la división

La tensión política se agudiza en el país caucásico tras semanas de protestas

Mikheil Kavelashvili cuando era jugador de fútbol
Mikheil Kavelashvili cuando era jugador de fútbol. PD

La crisis política en Georgia alcanza un nuevo punto de ebullición este sábado 14 de diciembre de 2024, con el nombramiento del derechista Mikheil Kavelashvili, exfutbolista, como nuevo presidente del país.

Este movimiento del partido gobernante Sueño Georgiano ha desatado una ola de protestas y ha profundizado la división entre el gobierno y la oposición pro-europea.

Kavelashvili, de 53 años y exdelantero del Manchester City, es conocido por sus discursos parlamentarios cargados de improperios y sus diatribas contra los críticos del gobierno y la comunidad LGBTQ.

Su designación se produce en un momento dramático, con miles de manifestantes antigubernamentales inundando las calles de Tbilisi durante semanas, furiosos por la decisión de Sueño Georgiano de suspender las conversaciones de adhesión a la Unión Europea.

El proceso de elección indirecta de Kavelashvili ha sido denunciado como «ilegítimo» por la actual presidenta pro-UE, Salomé Zourabichvili, quien se ha negado a dimitir y exige nuevas elecciones parlamentarias.

Esta situación ha allanado el camino para un enfrentamiento constitucional sin precedentes.

Rusia observa atentamente

La crisis actual tiene sus raíces en las controvertidas elecciones parlamentarias celebradas el 26 de octubre de 2024.

Los meses previos a los comicios se caracterizaron por importantes ataques a la democracia en Georgia, incluyendo la adopción precipitada de legislación antidemocrática y un clima de miedo fomentado por el partido gobernante.

Los grupos de oposición acusan a Sueño Georgiano de manipular las elecciones, retroceder en los avances democráticos y acercar a Tbilisi a Rusia, todo ello a expensas de la candidatura de Georgia a la UE.

La brutal represión policial de las protestas también ha provocado indignación en el país y condenas en el extranjero.

Mientras la crisis se intensifica, Rusia observa con atención los acontecimientos en su vecino del sur.

El Kremlin ha advertido sobre los intentos de organizar una «revolución naranja» en Georgia, comparando la situación actual con los eventos del Maidán en Ucrania en 2014.

Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, declaró: «Se dan todos los indicios de que se intenta organizar una Revolución Naranja«.

Aunque calificó la situación como un «asunto interno» de Georgia, Peskov subrayó que «a la vista hay un intento de desestabilizar la situación» en el país caucásico.

Crisis en el espacio postsoviético

La situación en Georgia no es un caso aislado en el espacio postsoviético.

En los últimos años, varias ex repúblicas soviéticas han experimentado crisis políticas y tensiones con Rusia:

  • Ucrania: La anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y el conflicto en el este del país han marcado profundamente la política regional.
  • Bielorrusia: Las protestas masivas contra el presidente Alexander Lukashenko en 2020 y la subsiguiente represión han llevado al país a un mayor aislamiento internacional.
  • Moldavia: El país ha experimentado tensiones entre fuerzas pro-europeas y pro-rusas, con acusaciones de injerencia rusa en sus procesos electorales.

La estrategia del Kremlin

La influencia de Moscú en su antigua zona de influencia se manifiesta de diversas formas:

  1. Apoyo a fuerzas políticas afines: Rusia tiende a respaldar a partidos y líderes que mantienen una postura escéptica hacia la integración europea y la OTAN.
  2. Desinformación y propaganda: El uso de medios de comunicación estatales y redes sociales para difundir narrativas favorables a los intereses rusos.
  3. Presión económica: El control sobre recursos energéticos y mercados se utiliza como herramienta de influencia política.
  4. Intervención militar encubierta: Como se vio en Ucrania, Rusia no duda en utilizar fuerzas no convencionales para desestabilizar países vecinos.

Perspectivas para Georgia

El nombramiento de Kavelashvili como presidente marca un punto de inflexión en la crisis georgiana.

La comunidad internacional observa con preocupación, temiendo un mayor alejamiento de Georgia de sus aspiraciones euroatlánticas.

Washington ha impuesto nuevas sanciones a funcionarios georgianos, prohibiendo visados a unas 20 personas acusadas de «socavar la democracia en Georgia«, incluyendo ministros y parlamentarios en ejercicio.

Por su parte, la Unión Europea ha expresado su preocupación por el retroceso democrático en Georgia. El vicepresidente de la Comisión Europea y alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad ha pedido una investigación transparente sobre las irregularidades electorales y ha subrayado la necesidad de revertir la tendencia antidemocrática en el país..

La crisis en Georgia plantea interrogantes sobre el futuro del país y su lugar en el complejo tablero geopolítico de la región.

La resolución del conflicto actual dependerá en gran medida de la capacidad de las fuerzas pro-europeas para mantener la presión sobre el gobierno y de la respuesta de la comunidad internacional.

El nombramiento de Kavelashvili como presidente podría marcar un punto de no retorno en las relaciones de Georgia con Occidente, poniendo en peligro años de esfuerzos por acercarse a la UE y la OTAN.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído