Querían acabar con ellos, pero ahora los combustibles fósiles parecen la clave para desbloquear a la IA
Te contamos todo sobre el proyecto Stargate, la ambiciosa iniciativa de Trump que podría reforzar la dependencia de combustibles fósiles

El proyecto Stargate, que fue anunciado recientemente por el actual presidente de EE.UU., Donald Trump, representa una inversión sin precedente en el futuro de la inteligencia artificial. Se trata de una iniciativa que podría alcanzar un presupuesto de 500.000 millones de dólares en infraestructura de IA, con el objetivo de mantener el liderazgo estadounidense frente a otros competidores con gran presencia, como China, aunque también le están saliendo otros rivales en la India.
En cuanto a Stargate, se trata de una colaboración entre un grupo de gigantes tecnológicos y financieros liderada por OpenAI, SoftBank y Oracle, pero donde también se encuentran otras compañías de prestigio, como Microsoft, NVIDIA y ARM. Según informan desde Popular Science, considerada como la primera revista de divulgación científica de la historia, la inversión inicial del proyecto será de 100.000 millones de dólares, con planes de aumentar hasta esos 500.000 millones de los que hablábamos en los próximos cuatro años.
Stargate: el proyecto de 500.000 millones de dólares que podría desatar la próxima revolución tecnológica
El plan se centrará en la construcción de una red de centros de datos de última generación, comenzando con 10 instalaciones en Texas, el principal productor de electricidad de Estados Unidos, que intentarán plantar cara al centro de datos de IA más grande del planeta. Estos lugares serán fundamentales para impulsar la investigación y el desarrollo de modelos de IA avanzados, como los que impulsan ChatGPT. Sin embargo, el proyecto tiene por detrás una gran preocupación: el enorme consumo energético de las infraestructuras de IA.
De cara al 2026, los centros de datos podrían consumir el 8% de la electricidad total de EE.UU., un aumento significativo si tenemos en cuenta que en el año 2021 era "solo" de un 3%. Para hacernos una idea de la magnitud del asunto, tareas tan -aparentemente- simples como una consulta a ChatGPT puede requerir tanta energía como encender una bombilla durante 20 minutos, y de hecho, el mantenimiento del chatbot de inteligencia artificial creado por OpenAI cuesta alrededor de 700.000 dólares diarios.
Se estima que cada centro de datos Stargate consumirá 50 megavatios (MW) de energía, aproximadamente, lo que plantea serias preocupaciones sobre la capacidad de la red eléctrica actual para soportar esta carga adicional. La administración Trump permitirá a las empresas construir sus propias centrales eléctricas si fuera necesario, con la promesa de facilitar el acceso a la energía necesaria. Sin embargo, el uso intensivo de energía para alimentar estos centros implica una dependencia continua del petróleo, el carbón, el gas natural y el gas licuado del petróleo, que son los cuatro combustibles fósiles.
Si bien es cierto que algunas empresas están invirtiendo en energías renovables y nucleares, estos proyectos tardarán años en materializarse. Mientras tanto, los combustibles fósiles se presentan como la opción más rápida y económica para satisfacer la urgente demanda energética que requieren las infraestructuras de inteligencia artificial. Y esto, por ende, plantea interrogantes sobre la sostenibilidad ambiental del proyecto Stargate y su impacto en los esfuerzos para combatir el cambio climático.
Al margen de los desafíos energéticos, el proyecto Stargate promete crear cientos de miles de empleos en EE.UU. y fortalecer la posición del país en la carrera global por el dominio de la IA, que cada vez está más reñida. No obstante, la iniciativa también ha generado controversias sobre la viabilidad financiera y las implicaciones éticas, como hemos visto, además de presentar una paradoja: mientras se busca avanzar en tecnologías futuristas, se mantiene una fuerte dependencia de fuentes de energía tradicionales y potencialmente contaminantes.