Marine Le Pen, condenada a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación por desvío de fondos europeos
El Tribunal de París ha condenado a la fundadora de Agrupación Nacional y a ocho miembros de su partido con ejecución inmediata
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El Tribunal de París ha condenado este lunes a Marine Le Pen, fundadora de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha) a cuatro años de prisión (dos de ellos en firme) y cinco de inhabilitación, con ejecución inmediata, y una multa de 100.000 euros por malversación de fondos públicos europeos en banda organizada. Además, ha condenado a ocho miembros de su partido a la pena de inhabilitación política.
Los dos años de prisión firme podrán ser «sustituidos» por el uso forzoso de un brazalete electrónico, con el fin de evitar la humillación de entrar en una cárcel. Los cinco años de inhabilitación política con ejecución provisional, inmediata, es un 'bombazo' político que puede tener inmensas consecuencias.
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El Tribunal considera a Marine Le Pen y ocho eurodiputados de extrema derecha son culpables de los delitos de abuso de confianza, ocultación y abuso de poder, utilización de documentos falsos, estafa cometida en banda organizada y malversación de fondos al Parlamento Europeo (PE), por un montante, global, colectivo, de 4,1 millones de euros.
La condena supone un torpedo para la carrera política de Le Pen, que parece verse así abocada a sufrir un 'parón' trágico: todo apunta a que, con esta pena de prisión y de inhabilitación no será posible que se presente como candidata a la presidencia de la República en 2027 (si no se adelantan las elecciones) y puede ser su «alejamiento» temporal o definitivo de las aspiraciones a la jefatura del Estado.
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La fundadora de AN y sus eurodiputados pagaban el trabajo político que realizaban sus colaboradores, en París, para su partido, con fondos públicos europeos. Según el Tribunal, los asistentes parlamentarios personales de Marine Le Pen costaron al PE 474.000 euros.
Además, el partido Agrupación Nacional ha sido multado con dos millones de ellos, uno firme, es decir, que tendrá que pagar a Hacienda un millón de euros de forma inmediata, mientras que el otro se exigirá en caso de incidencia.
Fondos para uso personal y político
El alcalde de Perpiñán y exeurodiputado, Louis Aliot, ha sido condenado a dieciocho meses de prisión, incluidos seis meses bajo vigilancia electrónica, y tres años de inelegibilidad sin ejecución provisional, «para preservar la libertad de los electores que eligieron a su alcalde».
Culminándolos su larga exposición del caso, la presidencia del Tribunal, Bénédicte de Perthuis, hizo este resumen capital: «Es una evidencia que se puso en marcha, se puso en pie, un sistema de malversación de fondos públicos europeos, utilizados para pagar a quienes trabajaban para el partido de Marine Le Pen. Y ella fue la principal responsable de la organización de ese sistema de utilización de fondos públicos europeos para pagar las actividades personales y política de quienes trabajaban para un partido, en París. Que las cosas queden claras: no se juzga ninguna actividad política. No es ese el problema. El problema es el uso de dinero público europeo con fines personales».
No hubo enriquecimiento personal en el «sistema» concebido, organizado y utilizado por Marine Le Pen. Por el contrario, si hubo enriquecimiento de su partido, que estuvo funcionando varios años con el dinero público europeo.
En un largo preámbulo de más de una hora de duración, la presidenta del Tribunal dijo reconocer que la sentencia iría «mucho más allá» de la audiencia judicial, subrayando, sin embargo, «hemos procedido jurídicamente, como es tradicional».
Repercusión internacional
La sentencia ha tenido una repercusión internacional inmediata y altamente significativa. Marine Le Pen recibió el apoyo «capital» de Vladímir Putin. A lo pocos minutos de conocerse la sentencia contra Le Pen, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha publicado un comunicado oficial afirmando que la justicia francesa «viola las normas democráticas». A juicio de Peskov «las capitales europeas violan cada día más las normas democráticas».
Desde Budapest, el líder extremista Viktor Orbán también reaccionó apoyando a Le Pen, con esta sentencia: «¡Yo también soy Marine!».
El viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, ha querido mostrar su apoyo a la líder de extrema derecha francesa: «Quienes temen el juicio de los votantes a menudo se tranquilizan con la sentencia de los tribunales. En París han condenado a Marine Le Pen y quieren excluirla de la vida política: una película desastrosa que también vemos en otros países como Rumanía. El fallo contra Marine Le Pen es una declaración de guerra de Bruselas, en un momento en que los impulsos bélicos de Von der Leyen y Macron son aterradores. No nos dejaremos intimidar, no nos detendremos: ¡a toda máquina, amiga!».
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